No es el primero, y tampoco será el último. Algunos de los equipos más grandes e importantes han sido relegados, a lo largo de la historia, al oscuro abismo de la segunda división: Milán, Manchester United, Atlético de Madrid, San Lorenzo... varios clubes de prosapia han tenido que pasar por el grandísimo trago amargo que implica la pérdida de la categoría, con la subsecuente admisión a una categoría inferior.
El caso de River Plate es muy particular, ya que no fue un mal año, sino tres pésimos años (6 torneos cortos) en donde las malas decisiones de los directivos, el poco compromiso de varios jugadores y la falta de solvencia económica terminaron por tirar 110 años de prestigio a la basura. Recordemos que -al igual que en México- el descenso en Argentina lo dicta la mal llamada tabla de "Porcentajes", idea que se puso en práctica en el hermano país pampero en 1983, precisamente tras el descenso de otro grande: San Lorenzo. Curioso resulta que el escudo de protección se tornó en una loza muy pesada, que terminó por hundir el barco "millonario".
Más que buscar culpables (Pasarella, Pavone y su penal fallado), hoy en River debe haber calma, mesura y energías enfocadas a levantar el buque lo más pronto posible. Tendrán que ser presa de los chistes y las burlas de los 'hinchas' de los equipos de Primera por varios años; pero la grandeza también implica el saber levantarse y aprender de los errores.
Lo que me sigue pareciendo lamentable es lo cotidiano de las imágenes violentas en el sur del continente. Entiendo que hay dolor, que hay rabia, que hay coraje, que hay frustración; pero no es justificable de ninguna manera la forma tan irracional de actuar por parte de algunos aficionados (minorías siempre, pero que igual manchan de fea forma al fútbol) que intentan lastimar al prójimo, como parte de sacar el dolor propio. Ojalá se apliquen castigos ejemplares en estos lares, para que el fútbol sudamericano siga brillando por lo que pasa dentro de la cancha, y no fuera de ella.
Y, aunque se que en sudamérica se vive distinto la pasión, no entiendo todas las burlas y los chistes de los hinchas de Boca: Sí, ahorita les da gusto que su máximo rival se haya ido a Segunda, ¿pero contra quién será su clásico más esperado ahora; Independiente, Racing? Cuando revisen su calendario y vean que el mundo futbolístico estará privado del gran clásico argentino -por lo menos- para los próximos dos torneos, a ver si les sigue dando tanto gusto; aunque, al paso que veo a Boca, quizá próximamente tengamos de nueva cuenta ese gran partido, pero en la "B".
Pero a toda adversidad hay que mostrarle buena cara. Los gigantes también tropiezan, pero sólo para levantarse después con mayor ahínco. ¡Aguante River!
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