Un día como hoy, pero hace 10 años, el fútbol mexicano vivió una de las sacudidas más emocionantes de su historia, pues una generación de chavos menores de 17 años, sin muchos reflectores encima, logró coronarse campeona del mundo ante el siempre peligroso combinado de Brasil.
De aquella gloriosa generación de "niños héroes", destacan los nombres de Carlos Vela (hoy en la Real Sociedad), Giovani Dos Santos (con el LA Galaxy) y Héctor Moreno (PSV) como las figuras con mayor proyección de esta generación; además de gente que ha vivido momentos destacados en la liga y han podido afianzar una carrera digna, como Édgar Andrade, "Paleta" Esqueda, Adrián Aldrete, Efraín Juárez, Omar Esparza y el "Pato" Araujo; mientras que otros terminaron por brillar un tiempo para luego apagarse (Ever Guzmán, César Villaluz, "Torito" Silva).
Y, a pesar que no todos corrieron con la misma suerte y fortuna en sus carreras, me parece importante destacar la hazaña de estos muchachos y de su entrenador, Jesús Ramírez, quienes nos demostraron que un cambio de mentalidad, un esfuerzo colectivo y una meta clara son factores determinantes para alcanzar el éxito en cualquier actividad.
¡Que vengan muchas generaciones más con este "chip" ganador! Y que esta gloriosa generación sub-17 de Perú 2005 siga siendo el referente y la medida para todos los niños y jóvenes que mantienen vivo el sueño de jugar algún día en Primera y representar a México en competencias internacionales. Porque hoy, a una década de aquel maravilloso 2 de octubre, en donde pudimos ver a nuestros compatriotas alzar en lo más alto el trofeo de campeones, seguimos emocionándonos con aquel recuerdo, esperando que las alegrías se trasladen a todas las categorías de la Selección Nacional, como ya lo hicieron en su momento las generaciones Sub 17 del 2011 (campeones) y 2013 (subcampeones); así como la selección que participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Que así suceda.
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