El futbol llegó a Irapuato en
1911, de la mano de Diego Mosqueda, destacado impulsor del deporte en
Guanajuato, pues también fue fundador del León Atlético (precursor de los
“Panzas Verdes”). El Club Irapuato, como tal se constituye en 1947 gracias a
las gestiones del general Óscar Bonfiglio (portero de la selección mexicana en
Uruguay 30) y tres años después, en 1950, ingresa a la recién creada Segunda
División.
Su debut en el circuito de plata ocurrió el
18 de febrero de 1951 contra Zamora. Los “Freseros” perdieron 1-2. En su
primera participación profesional terminaron en cuarto lugar de la tabla.
Gracias a la llegada del entrenador Felipe
“La Marrana” Castañeda y de elementos como el joven arquero ibérico Florentino
López (luego sería estrella con el Toluca), Marcelino Escoto, Alberto “Negro”
Jones y Jaime “Pelirrojo” Ortiz, el Irapuato se convirtió en un equipo
protagonista y, al final de la campaña 53-54, consiguió el ascenso al máximo
circuito.
Su debut llegó el 22 de agosto de 1954 en
Zacatepec. Los guanajuatenses anotaron cuatro goles, pero los “Cañeros”, que al
final de la campaña serían campeones, hicieron 5.
Esta fue su primera alineación:
Florentino López; Ramón Zúñiga, José María Rodríguez y Carlos López Villa; Marcelino Escoto y Cesáreo Mendoza; José Joaquín Quiroz (anotador del primer gol), Agustín Masseda, Felipe Martín del Campo, Alberto “Negro” Jones y Jaime “Pelirrojo” Ortiz. Su entrenador para ese entonces era el argentino Alfredo Costa, ex jugador de León.
Irapuato culminó en el décimo
lugar esa temporada, al año siguiente mejoró una posición y, para la 56-57,
alcanzó un más que decoroso quinto lugar. Sin embargo, a pesar de que los
“Freseros” contaron con la calidad de futbolistas como Carlos Miloc, Max
Villalobos (gran defensa costarricense), Alberto Etcheverry (padre del
locutor), Mario “El Churumbel” Rey, Raúl Martínez, Miguel Ángel Perrichón, Ligorio
López Altamirano (mundialista en Suecia 58) y el inolvidable Jaime Belmonte, el
famoso “Héroe de Solna”, nunca pudo alzarse con ningún campeonato, ya sea de
Liga o de Copa. Antes de su descenso en 1972, su mejor puesto fue cuarto,
alcanzado en la campaña 63-64.
El equipo comenzó a ser conocido como “La Trinca Fresera” cuando jugó un partido contra el Vasco Da Gama. Agustín González “Escopeta”, popular cronista de la época, dijo que si la poderosa delantera del equipo brasileño era “La Trinca Infernal”, la de Irapuato no era menos, pues era “La Trinca Fresera”, y así se quedó el mote.
El equipo comenzó a ser conocido como “La Trinca Fresera” cuando jugó un partido contra el Vasco Da Gama. Agustín González “Escopeta”, popular cronista de la época, dijo que si la poderosa delantera del equipo brasileño era “La Trinca Infernal”, la de Irapuato no era menos, pues era “La Trinca Fresera”, y así se quedó el mote.
La última temporada de Irapuato en Primera
División, la 71-72, fue un desastre. Implantó la marca de veinte partidos sin
ganar y, sin que nada ni nadie pudiera salvarlos, cayeron a la Segunda División. Esta fue su última formación de esa primera etapa:
Su vuelta se celebró el 18 de julio de 1985
contra Tigres en casa, en el torneo PRODE 85. El partido culminó 0-0. Así jugó el Irapuato:
Anselmo Romero; Gustavo López,
José Ledezma, Raymundo Gómez y Ernesto Sosa; Jesús Montes, Jorge Tapia y Javier
Cárdenas; Fernando Garduño, Rafael Lira y Fernando Dávalos. Su entrenador era
Diego Malta.
Irapuato buscó regresar
rápidamente a Primera División y estuvo muy cerca de hacerlo en 93-94, sin
embargo, perdieron la final contra Tampico Madero (4-3 global).
No fue, hasta la campaña 99-2000 que los
“Freseros”, tras conseguir el bicampeonato de la Primera “A” (superando a
Zacatepec y Cruz Azul Hidalgo, respectivamente), volvieron al máximo circuito.
Afortunadamente, la ausencia de los
guanajuatenses sólo duraría un torneo y estarían de regreso en el Apertura
2002, pero de nueva cuenta en la Primera “A”. Irapuato hizo la hazaña y, tras
superar a León en el duelo definitivo por el ascenso (3-1 global), volvió por
cuarta vez al máximo circuito.
Alinearon en su enésima reaparición (3 de
agosto de 2003, Irapuato 1-1 Morelia):
Carlos Briones; Oswaldo Lucas,
Fernando López, Eduardo Fuentes y Víctor García Reza; Jorge “Huevo” Sosa,
Antonio Chávez y Mariano Monrroy (Víctor
Saavedra); Ariel González, Josías Ferreira (Ademilson Correa) y Everaldo
Begínes (Sergio Martínez); Su entrenador era José Luis Saldívar (recientemente
fallecido).
Esta etapa sería aún más breve
que las anteriores, pues apenas duraría dos torneos. Al final del Clausura
2004, la franquicia fue desaparecida por la Federación ante la sospecha de que
el equipo era auspiciado por dinero procedente del narcotráfico.
Ésta es, a más de once años de distancia, su
última formación en Primera División:
Para conocer la historia de más equipos antiguos y desaparecidos, da clic aquí.
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