Vistas de página en total

miércoles, 13 de abril de 2011

LOS ONCE HERMANOS




Este miércoles, en caso de no obtener el triunfo contra Estudiantes Tecos, Necaxa descenderá otra vez. Triste que un equipo de tanta tradición y de tanta historia haya sido incapaz de mantener la categoría. De quien es la culpa: ¿De los jugadores? ¿De los directivos? ¿Del “Ruso” Brailovsky? ¿O de Sergio Bueno? Díficil decirlo. Quizás todos pusieron de su parte, a los jugadores les faltó entrega, a los directivos visión al momento de elegir jugadores y entrenadores, el paso de Brailovsky por la dirección técnica fue desastroso y Bueno, por más que lo intentó no pudo hacer nada para evitar el naufragio.
Sin embargo, no pretendo extenderme más en este asunto, lo que intento es recordar la primer época dorada de este equipo, cuando, por su perfecto entendimiento dentro de la cancha, el magnífico fútbol desplegado por ellos y los muchos títulos de Liga (1933, 1935, 1937 y 1938) y de Copa (33 y 36) que consiguieron, así como por haber obtenido el oro, representando a México en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1935, fueron conocidos como “Los Once Hermanos”.
Ahora todos ellos han fallecido, Estrada y Ortíz, los últimos sobrevivientes, dejaron de existir en 2007, pero sus nombres y sus pintorescos apodos no deben quedar en el olvido:

Portero:
Raúl “Pipiolo” Estrada

Defensas:
Antonio “Cachorro” Azpiri
Lorenzo “La Yegua” Camarena

Mediocamistas:
Guillermo “Perro” Ortega”
Marcial “Ranchero” Ortíz
Ignacio “Calavera” Avila

Delanteros:
Vicente “Chamaco García”
Luis “Pichojos” Pérez
Hilario “Moco” López
Tomás “El Poeta” Lozano
Julio Lores (peruano naturalizado mexicano)

Entrenador:
Alfred C. Crowle, de nacionalidad inglesa, pionero del fútbol mexicano.

Estos son los que aparecen en la foto, pero valdría la pena agregar otros nombres legendarios, cómo el de Ernesto Pauler, portero austriaco, que después se convertiría en entrenador del equipo, así como José “Siete” Ruvalcaba, apodado así por anotar siete goles en un partido y el inolvidable Horacio Casarín, que en ese entonces apenas comenzaba su carrera.

7 comentarios:

  1. El Necaxa es de esos equipos que transpira historia pura; pero también es dueño de una historia de doloro, sufrimiento y frustración constantes. Dos desapariciones, dos descensos (uno inminente) y una mudanza parecen la némesis perfecta de un campeonísimo de la época amateur y del "equipo de la década" de los noventa. No se si regrese rápido a Primera División, pero lo que sí me atrevo a augurar es que, cuando regrese una vez más, reverdecerán sus laureles y sus vitrinas serán desmpolvadas.

    ResponderEliminar
  2. Por cierto en la foto aparecen, de izquierda a derecha: "Pichojos" Pérez, Antonio Azpiri, Raúl Estrada, "Chamaco" García, Hilario López, "Poeta" Lozano, Lorenzo Camarena, "Calavera" Ávila, Marcial Ortíz, Julio Lores y "Perro" Ortega.

    ResponderEliminar
  3. Alex Aguinaga, that is all. También Peláez tenía lo suyo y también fue equipo de Adolfo Ríos.

    ResponderEliminar
  4. Y cómo olvidar a Nicolás Navarro, un portero espectacular que jugó casi veinte años con el Necaxa.

    ResponderEliminar
  5. El Necaxa terminó siendo el equipo más "manoseado" del futbol mexicano, donde los jugadores que no funcionaban con los "hermanos" los mandaban con los rayos y creo que en parte esto provocó el desastre necaxista.

    ResponderEliminar
  6. Concuerdo contigo, acabaron con Necaxa en el momento en que se llevaron al Beto García Aspe, a Sergio Zarate y a Peláez al América, y los cambiaron por Cuauhtémoc Blanco y Joaquín del Olmo. Allí perdió toda su identidad, así como la afición que había ganado hasta entonces.

    ResponderEliminar
  7. Manoseadísimo. Desafortunadamente ha vivido bajo la sombra de su "hermano mayor", y eso lo desbalanceó mucho. Años y años de malos y pobres manejos lo tienen en la situación en la que está ahora, lo cual indudablemente es una verdadera tristeza.

    ResponderEliminar