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domingo, 24 de marzo de 2013

El origen de la rivalidad entre México y Estados unidos



La rivalidad entre ambas selecciones se considera hoy en día la más fuerte en el área de Concacaf,  ha superado al duelo entre mexicanos y costarricenses debido a varios factores; por un lado somos vecinos, pero principalmente gracias a que ambos combinados son los más desarrollados y con mayor calidad de los últimos tiempos. Sin embargo, pocos se acuerdan o saben cuándo y en dónde surgió esta rivalidad; así que el día de hoy lo recordamos en este espacio:

La Selección Mexicana antes de un partido contra
Cuba, 1934.
Tras el éxito del primer mundial, celebrado en Uruguay, la FIFA organizó la segunda Copa del Mundo en Italia en 1934, y por primera vez las selecciones interesadas en participar tuvieron que pasar por un sistema de eliminación para definir los 16 cupos disponibles (para el mundial de 1930 los países acudieron por invitación). La esperanza de que el combinado mexicano calificara era alta: dirigido por Rafael Garza Gutiérrez, “Récord”, no tuvo mayores problemas para golear a su similar de Cuba y enfilarse hacia la calificación. No obstante, un capricho de la FIFA hizo que el último partido eliminatorio -programado ante la selección de Estados Unidos- se jugara no en territorio americano, sino europeo: Con dicho encuentro se inauguraría el Estadio del Partido Nacional Fascista en Roma, y a su vez se definiría al último país que participaría en la II Copa del Mundo.

Tras quince días de traslados por tren y barco, la Selección arribó a Italia sin la condición física o mental ideales, habían tenido poco tiempo para mantenerse en forma durante el trayecto en el barco, y se dice también que la vida nocturna y las atracciones turísticas de la Ciudad Eterna “distraían” a varios de nuestros valientes (pero amateurs) jugadores. 

La selección estadounidense antes del partido ante
México en Roma, 1934.
El 24 de mayo de 1934 (3 días antes del inicio de la Copa) se jugó el partido definitivo. Las crónicas de la época relatan que el dominio estadounidense fue palpable de principio a fin. México se fue al frente al 23’ con anotación de Manuel Alonso; pero 5 minutos más tarde cayó el empate para las barras y las estrellas por conducto de Aldo Donelli (de hecho él marcaría los cuatro tantos, al 32’, 74’ y 87’). Los mexicanos terminaron por rendirse ante la explosividad ofensiva de sus vecinos y sólo pudieron anotar un gol más, obra de Dionisio Mejía al 75’. 4-2 fue el marcador final, por lo que el Tri se quedó sin lugar en la copa del mundo en las propias tierras mundialistas.

El problema no terminó ahí, pues los dirigentes de la FEMEXFUT (tan brillantes y visionarios como los de ahora) habían sacado los pasajes de regreso para varias semanas después, pues la derrota ante los gringos no estaba presupuestada ni en el peor escenario. Con muchos trabajos se consiguieron 4 partidos improvisados pero el dinero ya no alcanzaba; curiosamente, gracias a este hecho por primera vez “exportamos” jugadores al viejo continente: Carlos Laviada, Luis “Pirata” Fuente y Manuel Alonso aceptaron las ofertas de los clubes españoles Oviedo (Laviada) y Racing de Santander (“Pirata” y Alonso) y, con el dinero obtenido el resto de los seleccionados pudo por fin tomar el barco de regreso a sus añoradas tierras, aunque se toparon con el desencanto y el olvido de un país que les dio la espalda de manera unánime tras la derrota.

Carlos Laviada (izq), Luis de la Fuente (centro) y Manuel Alonso, pioneros
en emigrar al fútbol europeo, en una época en la que el fútbol mexicano
seguía siendo eminentemente amateur.

Esa fue la primera vez que ambas selecciones se enfrentaron, y desde ahí quedó marcada una rivalidad que perdura al día de hoy. Por cierto, tres días después la selección de Italia (a la postre campeona del certamen) arrolló 7-1 a los gabachos y los eliminó del certamen.

Fuentes:

3 comentarios:

  1. El capricho de la FIFA se debió a que los Estados Unidos se registraron de última hora, de hecho la Federación Mexicana fue notificada del partido de desempate ya casi cuando iban a tomar el barco. Un problema de esa selección es que cada jugador se tuvo que pagar sus viáticos, lo que ocasiono que algunos con mayores recursos disfrutaron más de los placeres del viaje y otros apenas tuvieran para comer, generando un clima de discordia que Récord no fue capaz de manejar. Para variar Garza Gutiérrez se aventó la puntada de no alinear al ya prometedor Luis de la Fuente ni a Fernando Marcos -por problemas personales con Récord- lo que termino por cavar la tumba del cuadro entonces de vino y guinda.

    El cuadro de las barras y estrellas estaba formado en su mayoría por inmigrantes europeos enrolados en las fuerzas armadas mezclado con algunos jugadores colegiales. Aldo Donelli el verdugo de los mexicanos después sería jugador de fútbol americano.

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    1. Enriquecedores datos, sin duda. ¡¡Gracias por compartirlos!!

      Por cierto, curioso y triste que esos dos equipos españoles que acogieron a los seleccionados mexicanos, tradicionales e históricos ambos, hoy deambulen en la Segunda División B del fútbol español.

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    2. Bastante triste ver a dos clubes tan tradicionales en la categoría de bronce del fútbol español, especialmente a Racing de Santander que en dos años pasó de ser competidor de la Liga a estar en la tercer categoría.

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