Salvador Reyes Monteón, mejor conocido como “Chava” Reyes o “Melón”, nació en Guadalajara, Jalisco el 20 de septiembre de 1936. Llegó a las Chivas en 1952 e hizo su debut en la campaña siguiente, la 53-54. Con los rojiblancos viviría los últimos años del “ya merito”, cuando el equipo se quedaba a unos pocos puntos de ser campeón y poco después comenzaría a forjar, junto con otros jugadores de leyenda tales como Jaime “Tubo” Gómez, Guillermo “Tigre” Sepúlveda, Juan “Bigotón” Jasso e Isidoro “Chololo” Díaz, un equipo inigualable: “El Campeonísimo Guadalajara”.
Enfundado en la casaca rojiblanca ganaría siete torneos de liga (56-57, 58-59, 59-60, 60-61, 61-62, 63-64 y 64-65), una Copa (62-63), seis Campeón de Campeones (56-57, 58-59, 59-60, 60-61, 63-64 y 64-65) y el primer Torneo de Campeones de CONCACAF (1962).
Con la selección mexicana debutaría en el II Campeonato Panamericano de Fútbol, celebrado en la Ciudad de México en 1956, donde todavía alcanzó a jugar al lado del mítico Horacio Casarín. Posteriormente sería parte del combinado nacional en tres mundiales: Suecia 58, Chile 62 e Inglaterra 66 y, aunque nunca pudo anotar un gol, fue titular en los nueve partidos que jugó.
“Chava” Reyes dejaría a las Chivas en 1967, no sin antes constituirse en el máximo goleador histórico del equipo (todavía no es superado), con 122 anotaciones y haber ganado un título de goleo (61-62, compartido con Carlos Lara del Zacatepec).
Enseguida partió a Estados Unidos para jugar con los Toros de Los Ángeles y, ya en las postrimerías de su carrera volvería a México para jugar con el Laguna. En 1970 sería contratado por el San Luis de Segunda División con la doble encomienda de jugar y dirigir, haciéndolo exitosamente, pues al final de esa campaña el equipo potosino ascendió a primera. Desafortunadamente, el gran “Chava”, sólo continuaría como jugador-entrenador del San Luis un juego, pues tras perder en su debut 6-1 con el América sería despedido para poner en su lugar al chileno Hugo Cheix.
Pero “Chava” no se consideraba acabado para el fútbol, y esa misma campaña fue contratado por el Querétaro, tanto para dirigirlos como para jugar. Un año más tarde, en 72-73, pasó a los Tigres de la UANL, que en ese entonces buscaban afanosamente el ascenso. Con la casaca felina se despediría del fútbol activo, aunque continuaría su labor como entrenador en escuadras como los Cuerudos de Victoria y los Serranos de Tezuitlán, así como en las fuerzas inferiores de las Chivas.
En enero del año 2008, a manera de homenaje, Jorge Vergara lo invitó a vestir nuevamente la playera de las Chivas, y, aunque sólo lo hizo por unos segundos, se convirtió en el jugador más veterano (tenía 71 años), en jugar en Primera División.
Cabe señalar también que Salvador Reyes fue parte de una destacada familia de futbolistas, su padre, Luis, fue parte de las Chivas en los años 40, mientras que su hijo del mismo nombre, jugó en los años 80 y 90 para U de G, Puebla, Guadalajara y Celaya, y actualmente es auxiliar técnico de la selección.
El 29 de diciembre de 2012, el célebre “Chava” Reyes falleció, víctima del cáncer de cólon. Descanse en Paz uno de los más grandes jugadores de la historia de nuestro balompié.
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