Hernán Rolando Cristante Mandarino llegó a México en
septiembre de 1993, traído por el entrenador toluqueño Roberto Silva (quién
había sido portero de los “Choriceros” en los 70), sin embargo, no pudo
quitarle la titularidad a Juan “El Venado” Gutiérrez, lo que, aunado a una
grave lesión que le provocó el delantero americanista Pedro Pineda en un juego
de reservas, causó que el argentino llegado del Gimnasia y Esgrima de la Plata
no viera acción hasta cuatro meses después, e el 10 de enero de 1994, contra
Puebla en la “Angelópolis”, cuando se jugaba la fecha 29 de la ya lejana
temporada 93-94.
Toluca, que en ese momento hacía una gran campaña, se
enfrentó a un alicaído Puebla, que pese a que era dirigido por Alfredo Tena, el
“Capitán Furia” había perdido ya la mística que caracterizó al equipo durante
los años ochenta e inicio de los 90.
Los “Diablos Rojos” no tuvieron rival ese día, aplastaron
al equipo de “La Franja”, 4-0 en su propia casa, gracias a las anotaciones de
Jorge Rodríguez (mundialista en 94), Arnulfo Tinoco y el polémico brasileño
Nildeson Silva de Mello.
Estas fueron las alineaciones del encuentro:
PUEBLA: Pablo Larios; Antonio Gutiérrez, Gerardo
González, Pablo Rodríguez e Ignacio Ruvalcaba; Alfonso Sosa, Gilberto Jiménez
(Gerardo Mascareño), Milton Núnes “Zico” y Silmar Olindo (Alí Fernández);
Narciso Cuevas y Dioney Carlos.
TOLUCA: Hernán Cristante; Jesús González, Arnulfo Tinoco,
Alberto Macías y Horacio Humoller (Marcos Ayala); Jorge Rodríguez, Marcelino
Bernal, Roberto Depietri y Blas Giunta; Nildeson Silva de Mello y Apolinar
Cortés.
Cristante sólo jugaría otros tres partidos ese año. Sería
prestado al Platense de su país y volvería a los “Diablos Rojos” para la
temporada 95-96. Tras una campaña irregular se iría por dos años de Toluca y volvería en el Invierno 98 para, ahora sí, consolidarse como figura indiscutible del equipo mexiquense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario