Por: CHRISTIAN ESPINOSA FRAGOSO
En esta ocasión nos situamos en el inolvidable mundial de Francia 98; y más específicamente en un cotejo de octavos de final; ingleses y argentinos se encaraban en lo que resultó uno de los mejores encuentros de aquella copa en territorio galo. El juego fue intenso, y los goles cayeron desde muy temprano para ambos bandos tras sendos penales -un tanto polémicos-, primero marcó al minuto 7 el eterno goleador argentino, Gabriel Omar Batistuta y 4 minutos después el espigado Alan Shearer, posteriormente, vino uno de los goles más hermosos de dicha copa mundial, el autor: un jovencito británico de escasos 18 años, de no mucha estatura, pero de gran habilidad y explosión, Michael Owen. El golazo para recordar de esta semana se gesta desde la recuperación de Paul Ince tras arrebatarle el balón al “Piojo” López, y de ahí se arma un contraataque de libro, donde Ince tras robar la pelota toca a Beckham, éste proyecta con calidad y profundidad al “niño maravilla” y el muchacho controla de “inglesita” para después conducir a alta velocidad y encarar a los defensores que se quedaron atorados en el fondo, una bicicleta, potencia de piernas y definición de crack.
Posteriormente, el todavía vigente Zanetti marcó al 45, y después de un 2do tiempo sin goles más el alargue, los sudamericanos se impusieron en la tanda de penales.
En esta ocasión nos situamos en el inolvidable mundial de Francia 98; y más específicamente en un cotejo de octavos de final; ingleses y argentinos se encaraban en lo que resultó uno de los mejores encuentros de aquella copa en territorio galo. El juego fue intenso, y los goles cayeron desde muy temprano para ambos bandos tras sendos penales -un tanto polémicos-, primero marcó al minuto 7 el eterno goleador argentino, Gabriel Omar Batistuta y 4 minutos después el espigado Alan Shearer, posteriormente, vino uno de los goles más hermosos de dicha copa mundial, el autor: un jovencito británico de escasos 18 años, de no mucha estatura, pero de gran habilidad y explosión, Michael Owen. El golazo para recordar de esta semana se gesta desde la recuperación de Paul Ince tras arrebatarle el balón al “Piojo” López, y de ahí se arma un contraataque de libro, donde Ince tras robar la pelota toca a Beckham, éste proyecta con calidad y profundidad al “niño maravilla” y el muchacho controla de “inglesita” para después conducir a alta velocidad y encarar a los defensores que se quedaron atorados en el fondo, una bicicleta, potencia de piernas y definición de crack.
Posteriormente, el todavía vigente Zanetti marcó al 45, y después de un 2do tiempo sin goles más el alargue, los sudamericanos se impusieron en la tanda de penales.
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