FINAL LIGA DE
CAMPEONES DE LA CONCACAF
MONTERREY VS SANTOS
EL ANÁLISIS POR: CHRISTIAN
ESPINOSA FRAGOSO
Uno agradece este tipo de partidos, es cuando se entiende
el por qué el fútbol une multitudes y envuelve pasiones. Esta edición de final
de Concachampios entre Rayados y Santos se recordará por mucho tiempo por una
remontada pletórica en un lapso de 20 minutos.
La ida
Partido sin goles pero de
mucha disputa, de mucha intensidad y
envuelto en una pareja disputa por controlar el esférico y por atacar. Ambas escuadras hicieron un esfuerzo tremendo
en lo físico, y aunque Santos tuvo más la pelota y avisaba constantemente con
fabricar jugadas de peligro, fue Monterrey el que terminó siendo más incisivo al tener las
llegadas más francas, de tal suerte que el portero rival, Oswaldo Sánchez,
salió como la figura del partido. Santos nunca pudo hilvanar el juego que
previamente nos había mostrado en la Liga, un juego práctico y contundente. El cuadro de la Comarca no sacó ventaja en el
duelo de local, y pese a que en la vuelta se puso arriba, fue un punto fundamental el no haberse ido al Tec con un provechoso
marcador. Imagínense ustedes si los albiverdes hubiesen tenido un marcador
favorable más los dos goles que hicieron en el campo de la pandilla,
francamente la tarea de reacción de los de Vucetich habría sido aún más complicada.
La vuelta
Juego de momentos y emociones para ambos lados, desde un
inicio los Rayados marcaron la pauta de ataque e intentaron con más entusiasmo
que calidad irse al frente en el marcador. El técnico Caixinha planteó un parado
santista muy discreto para ofender pero sumamente ordenado, cerró los espacios eficientemente,
y deseaba marcar el tanto de visita que le permitiera poner contra la pared a
los de azul y blanco.
Fueron dos tantos que no entraban en el presupuesto de los
de la Comarca y helaron a toda la afición rayada, el orgullo estaba lastimado
de muerte por el gran pique entre ambas insituciones de la misma región; sin
embargo Monterrey no bajó los brazos, con la calidad de sus jugadores como
principal arma se tendió al frente en gran parte porque lo permitió la
dirección técnica de Santos, pero más por el ímpetu de darle la vuelta. En el
papel, Santos hizo lo lógico y lo que dice el "librito" aguantar y buscar el tercero a la contra, pero es
cuando el fútbol da lecciones, da giros de 360 grados y te manda de arriba para abajo en escasos minutos. ¿Por qué no seguir apretando al rival?, lo cual
nos da como conclusión que aunque se tenga en un puño al rival se debe hacerlo
pedazos y no dejarlo vivir y los Guerreros no lo hicieron, no terminaron la obra.
La remontada
Victror M. Vucetich acertó en su desesperación – por que no
se puede decir de otra manera si vas perdiendo una final en casa por 2-0- pero en la desesperación también se pueden tomar decisiones acertadas“Vuce” sacó a Basanta y metió a Severo para tener una bujía que pudiese
adelantar líneas y defender a velocidad por si había un riesgo de contra.
Mientras que Caixinha sacó a Edgar Gerardo Lugo para amarrar más el centro del
campo con el español Marc Crosas y así renunció a la profundidad y peligrosidad
que el surgido en la Noria podía aportarle.
Pero en la desesperación por verte abajo, te respalda el trabajo y
las tablas de un equipo que se conoce, y más cuando existe la materia prima para lograrlo.
Debemos valorar que el cuadro regio en ningún momento se encontró por
casualidad los goles de la remontada, los hilvanó, los tejió, los creó de
principio a fin; cualquier otro equipo hubies tirado pelotazos y centros de
todos lados para que De Nigris o Suazo resolvieran pero la historia no fue así.
Suazo se echó el equipo al hombro y distribuyó el balón y la
remontada, Zavala se fajó en la mitad del campo y no dejo de correr y apretar, aunado a la juventud y explosividad de juveniles como el “Tecatito”
Corona y Madrigal. Mientras tanto, Santos se desmoronó quedándose sin respuesta
después de que De Nigris convirtió el primero. La lectura que me da la nula
respuesta de los albiverdes es que jamás presupuestaron un 2-0 a favor, tan es
así que la ventaja los terminó por nublar y verse y sentirse satisfechos, error
que a la postre vaya que lo lamentaron.
Llegó el empate por parte de Neri Cardozo que aún le daba el
pase a Santos por los goles de visita y el cuadro lagunero seguía frágil, y sin
respuesta desde el banquillo. Ya con el tercer tanto en pelota parada y con una
tibia marca sobre “ADN” se acabó y se gestó una voltereta impecable, una
voltereta explosiva, una voltereta de agallas, riñones y de buen fútbol que terminó por subrayar Suazo para el 4-2 definitivo, ya con un Santos
desmoronado.
Justo vencedor, remontada que sin duda fortalece el ánimo de Rayados, y reafirma al Rey Midas del fútbol mexicano como el entrenador más ganador de la actualidad, pero nos deja una lección de que en el deporte y en una final todo puede pasar. Ahora viene una Pandilla embalada e inspirada para la justa final del torneo casero, pero lo que más esperamos es que este equipo de un salto de
calidad en el mes de Diciembre en tierras marroquíes para la próxima edición
del Mundial de Clubes.
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