LIGA DE CAMPEONES DE EUROPA
EL ÁNÁLISIS
SEMIFINALES DE CHAMPIONS
POR: CHRISTIAN ESPINOSA FRAGOSO
FC BAYERN MUNICH 0 VS 7 F.C. BARCELONA
Cierto se habla de un marcador abultado, escandaloso y que
deja muchas suspicacias en torno a la era dorada del equipo catalán, sin
embargo, la principal lectura que me deja esta eliminatoria es que hay un
vencedor justo, un ganador que jugó mejor al fútbol, y que tuvo la capacidad de
doblegar y de obstaculizar por todas partes la práctica de un sistema de juego
cautivador.
La ida
Los bávaros dejaron en claro desde la ida que el buen
momento está de su lado; con un fútbol versátil y contundente el cuadro alemán
superó a los culés en todos sentidos. A mi juicio el factor principal no fue
que Messi no anduviera al 100%, ni que la línea defensiva fuese improvisada
–aunque sí tiene su relevancia- lo más destacado fue la capacidad de los
teutones por adueñarse del balón y
hacerles un corto circuito a las transiciones largas y constantes que ostenta
el combinado español, aunado en la mayoría de las jugadas a proporcionar un
sentido ofensivo y explosivo que sin duda desdibujó la premisa fundamental del
rival, la posesión del balón.
Ahora los laterales Alba y Alves que comúnmente pisan los
linderos del área rival, ahora fueron superados y maniatados por los laterales
contrarios, Lahm Y Alaba ganaron la partida y eso influyó para que el toque
constante en medio campo de los culés no tuviera un desahogo natural ante la
presión en el centro del campo de Javi Martínez y Bastian Schweinsteiger.
Llegaron los goles, con polémica algunos, pero merecidos a
final de cuentas por un Bayern incisivo e inspirado y que usó el juego aéreo
como su mejor arma. La poca eficiencia en la marca en el cuadro bajo blaugrana
fue una constante todo el partido, sin embargo, la caída del Barcelona sostiene
más peso en lo que hace el cuadro de Munich que lo que dejó de hacer el equipo
de Cataluña.
La vuelta
Siguió la tónica de la ida, las situaciones no cambiaron
mucho, las dos puntas de los de la Bundesiliga Madzukic y Muller se intercambiaban
entre sí, generando confusión en la zona baja rival, Ribery y Robben con mucho
contacto de afuera hacia dentro, y lo que más frutos arrojó la presión absoluta
a sabiendas que el Barcelona no opta por los latigazos o cambios de frente:
Xavi e Iniesta se vieron muy saturados, muy asfixiados, lo que generó la poca
participación al frente de Pedrito, Cesc y Villa. Por otra parte, observamos al
equipo del experimentado Heynckes muy sensato y con mucho sentido ante un
Barcelona con entusiasmo pero nublado y desmoronado anímicamente, con su gran
figura en el banquillo y con un rival que jamás se relajo, un rival que siguió
apretando y encontrando en una dinámica constante la profundidad deseada para
ser mucho más peligroso que el mismo Barcelona que tenía la obligación de
golear.
Los goles le pusieron los últimos clavos a la tumba culé, y
llenaron de palmas a una máquina bien aceitada como los es el Bayern: obras
hechas por un desafortunado autogol de Piqué, un gran gol tras jugada
individual de Robben y uno más de Muller despidieron al gigante Barcelona de la
posibilidad de volver a conquistar Europa.
Me parece ridículo los comentarios de que el Barcelona está
acabado, de que el equipo se puso fin a una era; carajo el fútbol es de
momentos, quien lo jugó lo sabe, quien lo analiza entiende que un jugador
también tiene bajas, que un equipo también deja de funcionar como orquesta. ¿A
caso no va a ganar la Liga? ¿Ser semifinalista de Champions es estar acabado?
¿Por qué menospreciar a un equipo que con tantas bajas e inesperadas lesiones lo intentó? Tenemos
memoria muy corta y visceral. El Barcelona se va a levantar, tiene una mística
no sólo en el primer equipo, esa mística se respira desde las entrañas de su
fútbol base y eso le da las tablas para seguir generación tras generación.
Por otra parte da gusto ver a un gigante alemán que no sólo
gana por su raza, por su potencia y por su orden, avasalla por un fútbol
compacto, explosivo, talentoso y sobretodo que deleita a cualquier aficionado
del orbe.
Muy cierto, más que demeritar el rendimiento blaugrana hay que destacar la fuerza de esta máquina teutona de hacer fútbol. Tiene un plantel completísimo y es un habitual visitante de este tipo de instancias: a Barça no le gana cualquiera y esta es la prueba.
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