Ha sonado ya el silbatazo inicial. Los dioses del estadio entonan cánticos de apoyo al unísono. El rectángulo verde se convierte en un campo de batallas justas y fraternales. El balón se transforma en el tesoro más codiciado, en una moderna arca de la alianza que guiará a un grupo de amigos a la gloria máxima, o al tenebroso averno del olvido...
Blogs de fútbol hay muchos. Los hay de todo tipo: desde lo que se especializan en algún aspecto del juego, hasta los que cubren el tema de la manera más general y amplia posible. Este no pretende ser uno más de los miles de espacios futboleros que inundan la red; aquí se trata de la libertad. Libertad para opinar sin importar que las ideas personales contradigan a las de la masa; libertad para señalar los errores, pero también para ensalzar los aciertos; libertad para soñar, ilusionarse y recordar momentos de gloria; libertad para demostrar que, cuando se trata de un balón y una portería no existe una sola verdad universal e inobjetable, sino tantas verdades subjetivas como cabezas haya; libertad para sentir, emocionarse y dejar escapar los sentimientos cuando el caso lo amerite.
Sean pues, bienvenidos a este su blog de fútbol, un blog sin compromisos con nada ni con nadie, salvo con la objetividad, la crítica responsable y constructiva, y también con el respeto a las ideas de los demás. Este es NUESTRO blog (y por nuestro englobo a todo aquel que llegue a estas páginas), así que es hora de arrancar, porque el silbato ya ha sonado, y el balón está en juego.
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