El tener ídolos, figuras, referentes o líderes no es una situación exclusiva del fútbol o de los deportes en general; en prácticamente todos los ámbitos sociales se tiene la necesidad de contar con gente que guíe, ordene, oriente y encauze las acciones hacia las metas establecidas con anterioridad.
Sin embargo, en México tenemos la 'mala costumbre' de que, cuando encontramos un buen prospecto lo magnificamos e idealizamos de una forma magnánima, y muchas veces este apresuramiento provoca que, quien tenía las cualidades necesarias para convertirse en héroe y líder, termine siendo alguien más o simplemente desaparezca de los planos a los que estaba llamado a brillar.
En el mundo del fútbol mexicano existen innumerables casos de jóvenes que, gracias a su talento y habilidades, pintaban para ser las estrellas que llevarían a México a brillar a los primeros planos internacionales, pero la excesiva cobertura mediática -entiéndase esto como la fama y las constantes adulaciones- terminó por desconcentrarlos, perdieron el piso y terminaron siendo simples jugadores más.
Y es por esto que me preocupa la constante exposición mediática a la que un joven de apenas 18 años está siendo sometido, a pocas semanas de haber comenzado su andar por la Primera División; ¡claro! me refiero al caso de Erick "Cubo" Torres, joven canterano del Guadalajara que actualmente es el delantero "del momento" en nuestra liga. Talento tiene, y de sobra. Es rápido, inteligente, certero y por arriba va muy bien. A pesar de su corta edad, las condiciones que ha mostrado bastan para ilusionar a más de uno; pero el asunto aquí no es el analizar sus cualidades, sino cuestionar si la forma en la que se nos presenta y se nos vende es la adecuada.
"¡El nuevo 'Chicharito'!"; "¡El futuro de nuestra selección!" "¡La nueva joya mexicana!" bien podrían ser ejemplos de todo lo que se ha dicho acerca de este jugador, pero, ¿realmente le hará bien tanto comentario empalagoso, tanta comparación tan temprana? Recuerden a Néstor Calderón, jugador del Toluca que pintaba para ser un crack, pero comenzaron las alabanzas en los medios, los rumores de fichaje en Europa y todo provocó que el jugador perdiera el piso, la fama se le subiera a la cabeza y todo ello terminó por repercutir en su carrera; tanto que apenas comienza a retomar el nivel que algún día lo puso en la Selección Nacional. ¿O qué me dicen del "Chuletita" Orozco de Cruz Azul? Por ser goleador en la Liga de Campeones de la Concacaf ya lo querían como la pareja del "Chicharito" en la Selección -aunque en este caso creo que se infló demasiado a un jugador promedio-. Aún así, todos estos comentarios afectan al jugador. El repetir constantemente un mensaje tarde que temprano termina por convencer a quien recibe dicho mensaje de que lo que se dice es verdad.
Creo que, al saber ahora que tenemos un jugador como el "Chicharito" Hernández, nos encantaría encontrar otros 10 como él, y por lo mismo a cualquier candidato le cuelgan apresuradamente el letrero de "sucesor". Eso, además de ser un obstáculo para la potencial nueva estrella en ciernes, es algo impulsivo y más producto de un deseo que de una realidad. Cualquiera que haya analizado un poco las razones que causaron el éxito de Javier se dará cuenta que son en realidad una serie de factores que han contribuido a que hoy por hoy sea estrella del Manchester United: educación, lazos damiliares estrechos, mentalidad ganadora, auto-confianza y conocimiento pleno tantos de las habilidades como de las limitaciones personales, actitud relajada y descreída frente a la fama, etcétera.
Para triunfar en el fútbol se requieren de muchas virtudes, no sólo futbolísticas. Por eso, antes que los medios, la prensa y la afición anden creando ídolos antes de tiempo -con el consabido riesgo de echarlos a perder- creo que se les debe llevar por un proceso continuo, que les permita crecer de manera integral para que vayan adquiriendo madurez y puedan realmente alcanzar el status de "estrellas". Por eso Argentina y Brasil tienen cientos de magníficos jugadores, mientras los nuestros aparecen a cuentagotas.
Ojalá dejen trabajar al "Cubo" y no lo fustiguen desde ahora, porque si no se le permite madurar como es debido, quizá termine -y toco madera- como uno más de los jugadores mencionados en esos famosos recuentos tipo: "¿Y qué fue de...?" Déjenlo trabajar y analicen su trabajo -sus aciertos y sus errores- de manera objetiva, dándole la justa dimensión a sus acciones, ¡por favor!
De acuerdo contigo, Cacho, no hay que sobredimensionar lo realizado por el Cubo hasta el momento, es un buen prospecto y hasta allí. Esperemos que no pierda el piso y siga su consolidación. ¡Por favor, que no lo llamen a la selección mayor al menos hasta después del mundial juvenil! Pues ojalá y logre ser el nuevo ídolo de las chivas, que se vaya a Europa, que juegue un mundial, etc... pero hay que darle tiempo.
ResponderEliminarY no olvides a Edgar Pacheco, que ahora dice que anhela ser Chiva, el chavo está muy pero muy desubicado.
Pero algo que me causa conflicto es que, supuestamente, todo mundo anda bien emocionado con los jóvenes futbolistas que supuestamente iban a brillar en el Mundial del 2010. Sin embargo siempre están los "fósiles" (ojo, eso no significa que carezcan de talento) que son de la preferencia de los técnicos: Pavel, Cuauhtemoc, El Guille (Jesus F*cking Christ), Claudio Suárez... O al menos en las últimas selecciones lo han sido. El Chepo ha escogido jóvenes, el más maduro entiéndase por Marquez, entonces habrá que ver :p
ResponderEliminarEs un doble discurso el que manejan, Jessica: Por un lado tenemos la regla 20/11, le hemos puesto mayor atención a las categorías juveniles e incluso tenemos los juegos sub-17 y sub 20 antes de los partidos de primera, y los discursos de los técnicos siempre son los mismos de que debe haber oportunidad para los chavos, etc.; Pero al mismo tiempo la "experiencia" sigue siendo un factor de peso a la hora de las convocatorias.
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