Octavio Vial, mejor conocido
como “La Pulga”, nació en la Ciudad de México el 26 de diciembre de 1919.
Inició su trayectoria futbolística cuando era estudiante del Colegio Williams y
debutó a los 17 años en la Liga Mayor, vistiendo la playera del que sería el
equipo de sus amores, al menos como futbolista, el América.
Con los “Cremas” jugó durante doce años,
consiguiendo la Copa México en 1938. En ese tiempo se convirtió en un auténtico
ídolo, pues era un delantero inteligente, rápido y audaz. Anotó 124 goles para
la causa americanista.
En 1948 pasó al Atlante, pero pocos meses
después sufrió una grave fractura que lo obligó a alejarse de las canchas
definitivamente. En 1949 fue elegido entrenador del América, consiguiendo
levantar un equipo que llevaba varios años inmerso en una severa crisis.
Meses después, en vísperas del mundial de
Brasil 50, tras ser cesado otro ilustre americanista, Rafael Garza Gutiérrez
“Récord”, Vial tomó el timón de la selección nacional.
En la Copa del Mundo los resultados no
fueron los esperados (tres derrotas en tres partidos, una de 4-0 ante el
anfitrión), por lo que “La Pulga” dejó el representativo mexicano para dirigir
al Atlante, con el cual ganó la Copa 50-51, más tarde, volvería al América,
ganando con otros dos campeonatos coperos en 53-54 y 54-55.
Los Pumas de la UNAM, entre tanto, habían sido
fundados en 1954 y para 1960 seguían jugando, con resultados mediocres, en la
Segunda División. Vial reforzó al equipo universitario con hombres de su
confianza como el defensa Raúl Chanes (ex Atlas y Nacional), el mediocampista
Guillermo Vázquez (padre del actual técnico) y el goleador Carlos Calderón de
la Barca (mundialista en Suecia 58). Un año más tarde (61-62) la UNAM dominó de
principio a fin el campeonato de la categoría de plata y, tras vencer 5-1 al
Cataluña el martes 9 de enero de 1962, consiguió el anhelado ascenso.
Octavio Vial dirigió al equipo apenas nueve
juegos en la 62-63, pues muy pronto fue sustituido por el prestigioso
entrenador argentino Renato Cesarini, sin embargo, su obra ya estaba hecha,
llevar a los Pumas a la Primera División. Así, paradójicamente, un insigne
americanista fue el responsable de llevar a la UNAM al máximo circuito.
"La Pulguita" Vial, mortífero delantero centro que tuvo, pese a su baja estatura, en el remate de cabeza su mayor fortaleza, algo así como ocurría con los "Chicharo" padre e hijo, que pese a no ser muy altos tenían gran potencia en sus piernas. Además de jugar fútbol, practicaba baloncesto y frontón, donde solía ganarse unos pesos junto a su compañero Enrique Ostos.
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