Aprovechando la euforia
provocada por la vuelta de Perú a un mundial de futbol, los equipos mexicanos
han decidido por contratar varios elementos de esa nacionalidad. Hasta el
momento, han sido oficializados 13 incas para jugar este Clausura 2018: Pedro
Gallese, Christian Ramos y Wilder Cartagena (Veracruz); Luis Advíncula, Pedro
Aquino e Irven Ávila (Lobos BUAP); Andy
Polo, Raúl Ruídiaz y Ray Sandoval (Morelia); Alexi Gómez y Roberto Villamarín
(Atlas); Anderson Santamaría (Puebla) y Joel Sánchez (Querétaro). No obstante,
la primera invasión al futbol mexicano ocurrió muchos años antes, en el inicio
del profesionalismo, en la década de los 40.
El primer peruano del que se tenga noticia
que jugó en México fue Julio Lores, quien era el único extranjero con que
contaban los “Once Hermanos” del Necaxa. Con los “Electricistas”, Lores estuvo
de 1931 a 1940, pasó luego al América, equipo con el que se retiró en 1942.
Ya en la época profesional, el primer inca en
ser contratado para la Liga Mayor fue José Valdivia, quien formó parte del
Veracruz. Un año después, 44-45, los Tiburones Rojos contrataron dos más:
Carlos Valdivia y José “Tejón” Agüeros.
Para la temporada 45-46 el ADO de Orizaba
adquirió 6 peruanos: el famoso portero Eugenio “Mono” Arenaza, los defensas
Agapito Perales y Guillermo Andrade, el medio Lorenzo “Lolo” Vázquez y los
atacantes Grimaldo González y Leopoldo Quiñones. A ellos, se sumaba la
presencia de Rufino Lecca y Carlos Valdivia en el campeón Veracruz y de José
“Tejón” Agüeros en el San Sebastián, con lo que ese torneo se alcanzó la cifra
de 9 jugadores incas registrados en la Liga Mayor.
Eugenio Arenaza al centro |
Para la 46-47, Andrade, Vázquez y Grimaldo
se mantuvieron en el ADO, así como Lecca con Veracruz y Agüeros con el San
Sebastián. Leopoldo Quiñones fue transferido al Puebla, Agapito Perales se mudó
al Oro y Eugenio Arenaza llegó al León, mientras que el Moctezuma trajo a
Guillermo Del Valle (medio) y a Julio Ayllón “Aparicio” (goleador), con la
cifra de peruanos llegó a 10.
En 47-48, el ADO importó a Raúl de Alba y a
Tulio Quiñonez (delanteros), mientras que el Moctezuma adquirió al
mediocampista Augusto Arrasco, con lo que el número de elementos incas en la
Liga Mayor creció a 13. Esa misma temporada Grimaldo González pasó al Veracruz,
obteniendo el título de Copa.
En 48-49, la cifra de peruanos en nuestro
futbol subió a 16 elementos: Rufino Lecca, Grimaldo González, Leopoldo Quiñones
y Alberto Valdovinos en el Veracruz; Guillermo Andrade, Lorenzo Vázquez, Raúl
De Alba y Tulio Quiñonez en el ADO; Guillermo Del Valle y Julio Ayllón
“Aparicio” en el Moctezuma, los hermanos Perales: Agapito y Enrique, en el Oro;
José “Tejón” Agüeros y Augusto Arrasco en el San Sebastián; Eugenio Arenaza en
el campeón León y Adrián Odria en el mítico Club España.
Ya para cerrar la década (49-50) la cantidad de
jugadores peruanos descendió a 12, pero cabe mencionar que el campeón de la
temporada, el Veracruz, contó con la presencia de cinco elementos de ese país:
Guillermo Andrade, Rufino Lecca, Grimaldo González, Leopoldo Quiñones y Julio
Ayllón (campeón de goleo). Los demás jugaban en el Moctezuma: Del Valle y
“Lolo” Vázquez; el San Sebastián: Arrasco y Agüeros; el España: Tulio Quiñonez;
el Atlante: Raúl De Alba y el León: Eugenio Arenaza.
En los años 50 la importación de jugadores
peruanos continuó y ha sido una presencia constante en nuestro futbol, dejando leyendas
como Walter Ormeño, Claudio Lostanau, Héctor Chumpitaz, Gerónimo Barbadillo,
Juan José Muñante, Juan Reynoso, Roberto Palacios y Raúl Ruídiaz, entre muchos
otros.
Ormeño, Lostanau, Muñante y Barbadillo, fácil deben estar entre los diez mejores jugadores en su posición del fútbol mexicano. El fútbol inca siempre se ha distinguido por su gran clase, excelente técnica acompañado con el gran fuelle de sus futbolista.
ResponderEliminar¿Seguro que Julio Lores se retiró en América?
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