Una nueva firma se une a este proyecto, para enriquecer con su punto de vista la discusión y el análisis que jornada a jornada tratamos de llevarles. Sin más, aquí la columna debut de Gerardo Solís Ortega, nuevo integrante del equipo de Fútbol sin compromisos. ¡¡Bienvenido!!
Juegos Olímpicos: ¿termómetro para el mundial?
Por: Gerardo Solís Ortega.
El fútbol olímpico se ha jugado con su formato actual desde los juegos de Barcelona en 1992; es decir, las selecciones que acuden a este torneo cuentan con jugadores (profesionales) menores de 23 años y tienen derecho a incorporar 3 refuerzos que superen dicha edad. Evidentemente esta reglamentación (fomentada por la FIFA en pro de mantener a la Copa del Mundo como el evento magno de fútbol mundial) deja afuera del espectro de competencia a un amplio abanico de jugadores estrellas en sus clubes y selecciones absolutas; además debemos recordar que las selecciones deben obtener su boleto a juegos olímpicos exclusivamente con jugadores menores de 23 años, y no es hasta la justa olímpica cuando pueden contar con los refuerzos; aunado a esto los calendarios de los clubes y selecciones absolutas están cada vez más saturados, lo que impide que incluso selecciones que obtuvieron su derecho a competir en el Olimpo futbolístico no puedan hacer uso de sus jugadores más emblemáticos, el caso más evidente y reciente es el de España – eliminada en la primera ronda sin ser capaz de anotar siquiera un gol - donde ni siquiera fueron contemplados jugadores de la talla de Xavi Hernández, Andrés Iniesta e incluso Iker Casillas, jugadores baluartes que sin su aportación España no hubiera logrado el histórico triplete (Eurocopa – Mundial – Eurocopa).
Argentina: campeón olímpico en Atenas 2004. |
Expuestos estos argumentos, ¿qué podemos esperar del campeón olímpico en el siguiente mundial? Considero que la pregunta será del interés de muchos lectores, debido a la expectativa generada por la selección mexicana recién coronada en Londres 2012. Desafortunadamente, la respuesta no es tan alentadora, ya que ningún país que ha sido campeón olímpico desde los juegos Barcelona ha podido llegar siquiera a las semifinales del siguiente mundial. Haciendo un recuento de los países campeones, tenemos a España (Barcelona 1992) que cayó en Cuartos de Final en Estados Unidos ‘94 contra Italia; Nigeria (Atlanta 1996) eliminado por Dinamarca en Francia ’98; Camerún (Sidney 2000) que ni siquiera pudo superar la ronda de grupos en Japón – Corea 2002; Argentina (Atenas 2004 y Pekín 2008) cayó eliminado por Alemania tanto en el mundial de los teutones en 2006 como en Sudáfrica 2010 en la ronda de cuartos de final. De esta manera podemos ver que, si bien el oro olímpico en fútbol es un preciado blasón, la competencia está adulterada por los conflictos de interés entre el COI y la FIFA, por lo que el éxito olímpico no garantiza sobresalir a nivel de selección mayor.
Estos hechos podrían deprimir al lector más optimista; sin embargo, no todo son malas noticias: hay que recordar que la presea áurea de España en sus juegos de Barcelona sentaron las bases de la selección española actual que ha dominado el panorama futbolístico durante los últimos 4 años; obviamente ninguno de los medallistas en 1992 repitió honores en 2008, 2010 ó 2012; pero este hito forjó una forma de trabajo en el balompié ibérico que los llevó a formar a los Xavi, Iniesta, Casillas y compañía que se enfundan estos días la Roja. Como mexicano, espero que nuestro país pueda cambiar la tendencia histórica en Brasil 2014, pero si la historia sigue siendo implacable, espero que los directivos del fútbol mexicano sigan fomentando la formación de nuevos valores mexicanos, y en un mediano plazo ver resultados como los que ahora está cosechando España.
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