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martes, 31 de mayo de 2011

EL DICTADOR DEL FÚTBOL


Joseph Blatter lleva ya trece años como cabeza del organismo que rige los destinos del fútbol a nivel mundial y, por lo visto, piensa quedarse muchos otros más, cómo lo hiciera su antecesor, el brasileño Joao Havelange.

El próximo 1 de junio, Blatter buscará una nueva reelección, lo curioso es que: ¡Sin contendiente! Quien iba a realizar esa función, el quatarí Mohamed Bin Hammam, presidente de la Confederación Asiática de Fútbol, fue suspendido de sus funciones por supuestas acusaciones de corrupción. Escándalo que ha salpicado también a nuestro “querido” Jack Warner, presidente de la CONCACAF, quien fue inculpado por el Secretario General de su asociación, Chuck Blazer, de aceptar dinero de Bin Hammam a cambio de su voto en las próximas elecciones.

No obstante, el hecho de descalificar y enjuiciar al contendiente en tiempos electorales es algo que me parece aberrante, durante muchos años han existido acusaciones de corrupción contra Blatter y la FIFA y nunca ha sucedido nada y ahora, justo cuando le sale un opositor para las próximas elecciones, deciden, ahora sí, indagar seriamente al acusado y suspenderlo de sus funciones.

A mi forma de ver las cosas, el caso es simplemente una jugarreta de Blatter para eternizarse en el poder, haciendo uso de las tácticas clásicas de los dictadores, acusar de un delito al rival para encarar las elecciones sin oposición.

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